Cúmulos y fusiones galácticas
Algunas galaxias ocurren solas o en pares, pero con mayor frecuencia forman parte de asociaciones más grandes conocidas como grupos, cúmulos y supercúmulos.
Nuestra Vía Láctea, por ejemplo, está en el Grupo Local, un grupo de galaxias de unos 10 millones de años luz de diámetro que también incluye la galaxia de Andrómeda y sus satélites.
El Grupo Local y su cúmulo de galaxias vecino, el Cúmulo de Virgo, ambos se encuentran dentro del mayor Supercúmulo de Virgo, una concentración de galaxias que se extiende a lo largo de unos 100 millones de años luz.
El Supercluster Virgo, a su vez, es un miembro de Laniakea, un supercluster aun mas grande de 100.000 galaxias que los astronomos definieron en el 2014.
Las galaxias en los cúmulos a menudo interactúan e incluso se fusionan en una dinámica danza cósmica de gravedad interactiva.
Cuando dos galaxias chocan y se entremezclan, los gases pueden fluir hacia el centro galáctico, lo que puede desencadenar fenómenos como la formación rápida de estrellas. Nuestra propia Vía Láctea se fusionará con la galaxia de Andrómeda en unos 4.500 millones de años.
Choque entre la Via Lactea y Andromeda
Los astrónomos predicen que nuestra galaxia hogareña se fusionará con nuestra galaxia vecina, Andrómeda.
Debido a que las galaxias elípticas contienen estrellas más antiguas y menos gas que las galaxias espirales, parece que los tipos de galaxias representan parte de una evolución natural.
A medida que las galaxias espirales envejecen, interactúan y se fusionan, pierden sus formas familiares y se convierten en galaxias elípticas.
Pero los astrónomos aún están trabajando en los detalles, como por ejemplo por qué las galaxias elípticas siguen ciertos patrones de brillo, tamaño y composición química.